Un gran cañón verde, una cueva azul, una cascada naranja... El Parque Nacional Chapada Diamantina te deslumbrará con sus colores.
A seis horas en auto al oeste de Salvador, este pulmón verde de 152 hectáreas ofrece paisajes dignos de la selva amazónica.
¡Prueba de que Brasil no se trata solo de playas de ensueño! Amantes de las caminatas y el aire libre, este destino es para ti.
Nuestra actividad favorita: 3 días – 2 noches en Chapada Daimantina
Lino
A la entrada del parque, el antiguo pueblo minero de Lençois ha sido durante mucho tiempo el destino de los buscadores de diamantes.
Las reservas de piedras preciosas se han agotado, pero el pueblo conserva encantadores callejones bordeados de coloridas fachadas del siglo XIX.
Una base calmante después de largos días de caminata por la montaña.
Parque Chapada Diamantina
Es difícil saber por dónde empezar ya que el Parque Nacional Chapada Diamantina tiene tantas maravillas naturales.
Uno de los paseos más hermosos cruza las montañas hasta Pai Inacio, una especie de gran cañón cubierto de selva.
Para llegar, tendrás que caminar unos quince kilómetros desde Lençois a través de la frondosa vegetación de cactus, orquídeas y otros filodendros.
Después de 5 horas de caminata, vista impresionante del cañón y las mesetas, ¡la recompensa es grandiosa!
Nada mejor que un baño después de una buena caminata. Las cascadas y los 35 ríos del parque están hechos para eso.
Muchas de ellas te encontrarás durante tu escapada, pero la más famosa es la cascada de Fumaça, ¡la más grande de Brasil con sus saltos de agua de más de 400 metros de altura! Algunas cuevas también merecen un desvío, como el "pozo encantado" que recibe los rayos del sol por la mañana y permite ver todo el fondo de la cueva a través del agua turquesa.
Para los más aventureros, las pousadas y agencias de Lençois ofrecen caminatas de varios días en pequeños grupos con guía, donde se puede acampar en medio de las montañas o dormirse en una hamaca bajo las estrellas.
Visite el sitio web: www.guiachapadadiamantina.com.br