Situada entre dos ríos, el Sègre y el Valira, en medio de un llano dominado a lo lejos por un magnífico acantilado, la Seu D'Urgell es otra población importante en una magnífica comarca montañosa con bellísimos bosques de pinos y hayas. robles centenarios.
Muchas posibilidades de paseos están a tu disposición desde La Seu.
Centro religioso de la comarca, como lo demuestra el monasterio y la catedral de Santa María del siglo XII, su museo esconde un auténtico tesoro:
un beatus con magníficas iluminaciones que data del siglo X.
Un lugar único en una naturaleza grandiosa
El pueblo de La Seu d'Urgell está situado en medio de dos de los parques naturales más grandes de Cataluña:
el parque de los Altos Pirineos y el de Cadi-Moixero que hará las delicias de los amantes de la montaña.
La Seu es, por tanto, una base ideal para visitarlas.
También puedes practicar deportes náuticos en las instalaciones del Parque Olímpico de Cègre, que acogió la competición de canoa-kayak en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
El monasterio esconde un verdadero tesoro
Este claustro románico tardío testimonia la vuelta a las líneas puras realizada a finales del románico tras un paso más buscado en el siglo XII y principios del XIII.
De nuevo aquí, los distintos edificios han sido objeto de sucesivas construcciones, lo que se palpa al observar los detalles arquitectónicos.
Así, el claustro del siglo XIII está acompañado por una iglesia del siglo XV (Saint Michel) en cuya arquitectura se siente la influencia italiana (pilares cruciformes, columnas) y una catedral iniciada en el siglo XII pero terminada alrededor del XV. en las arcadas laterales que presentan bóveda de crucería, a medio camino de la bóveda de crucería característica del período gótico.
Otra peculiaridad de la catedral que verás desde el exterior es esta galería exterior alrededor del ábside central que es muy rara para su época y que muestra un nivel avanzado de arquitectura en la región.
No olvides visitar el Museo donde podrás admirar un comentario del Apocalipsis de San Juan decorado con espléndidas iluminaciones y llamado Beato.
Un centro regional todavía hoy
La ciudad acoge numerosos eventos como el Festival Internacional de Música Joan Brudieu, las Noches Musicales que tienen lugar en junio y un gran baile popular o Bla de la Sardagne donde practicar el aprendizaje de este baile tradicional.
El municipio apuesta por la promoción de las prácticas artesanales a través de su museo del acordeón o el museo campesino y con la organización anual de la feria artesanal del queso de los Pirineos, elemento imprescindible de la gastronomía local.