Un lugar insólito en la isla de Cefalonia
La cueva al aire libre de Melissani, ahora conocida por su entorno excepcional, alberga un cuerpo de agua natural que mezcla agua dulce y salada. Esta alquimia perfecta es fruto del agua de mar, impulsada por la tierra, que nutre un lago de agua dulce. Rodeado tanto por un bosque generoso como por la montaña, este lugar mágico solo es accesible en barco.
Una cueva al aire libre de belleza natural.
La cueva de Melissani se distingue en particular por la ausencia de parte de su techo, cuya piedra caliza se ha ido erosionando con los años. Gracias a esta amplia abertura, la cueva es atravesada por los rayos del sol y se convierte, en pleno día, en un auténtico pozo de luz.
Cada hora del día ofrece un escenario diferente
Iluminada por la luz natural, la cueva Melissani nunca se revela de la misma manera. Dependiendo de la hora del día, el clima y la posición del sol, los colores de las partes al aire libre de la pared están disponibles en varios tonos.
A la mitad del día, los turistas se dejarán seducir por el azul turquesa o el violeta deslumbrante de la roca, mientras que al amanecer o al atardecer, las paredes se tornan de color rosa pálido o marrón.
Una cueva rica en historia
Descubierto en 1951 por Giannis Petrocheilos, este lugar único debe su nombre a la mitología griega. Según la leyenda, esta cueva albergaba a las ninfas. Uno de ellos, llamado Melissani, se habría ahogado allí después de una decepción amorosa.
Cada año, miles de turistas vienen a disfrutar de este mágico panorama rico en historia.
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